CONOCIENDO LA ESCUELA JOSÉ MARÍA BOGARÍN, EL BARRIO DE FÁTIMA Y SUS FAMILIAS

Ya nos encontramos perfectamente instalados en la casa de los Hermanos en Fátima. El Hno. Arsenio es un gran anfitrión, junto con el Hno. Roque y el Hno. Telmo.

Después de un fin de semana de toma de contacto con la Ciudad de Asunción, hoy hemos tenido nuestro primer día de clases en la Escuela José María Bogarín, en el barrio de Fátima.

Por la mañana hemos podido dar una vuelta por el colegio, visitando todas las clases de todos los grados, conociendo a alumnos y profesores, comenzando desde ya a planificar nuestro proyecto, que haremos de manera colaborativa con toda la comunidad educativa.

Patio de la Escuela José María Bogarín

Tuvimos reunión con Petrona, Directora de la Escuela, Gloria, José, Jesús y Hno Arsenio, que nos contaron las necesidades de la Escuela, sus proyectos de futuro y nos hicieron propuestas para desarrollar durante nuestra estancia.

Durante el receso de las clases, tuvimos ocasión de jugar a la Piola (comba) con un grupito de niñas, que nos acogieron con mucha alegría.

La tarde la hemos dedicado al proyecto de apadrinamientos que tenemos en Edificando Comunidad de Nazaret, del que Samuel es sin duda el gran padrino. Estuvimos acompañados por la profesora Ninfa, que conoce a todos, todos los alumnos de la escuela, la situación personal de cada uno de ellos y de sus familias, sus nombres y edades… la verdad es que es impresionante!!!

Efecto de las inundaciones en las viviendas

Nos ha hecho un intenso e interesante recorrido por el barrio, posibilitando que entremos en muchas de las casas para ver, de primera mano, cual es su situación, como viven, o mejor, como sobreviven.

Tras las recientes inundaciones de hace unos meses, la situación de las viviendas es bastante lamentable. El agua acabó con todo en muchos de los casos, teniendo que volver a levantar sus casas de la nada. Algunos de ellos se marcharon de realojo a una zona de casas sociales, otros a refugios habilitados en zonas un poco más secas, pero con unas condiciones higiénicas mínimas, otros prefirieron quedarse en sus casas, haciendo toda clase de inventos para separarse del agua y salvar sus pertenencias. Eso si, todos con la esperanza que las inundaciones no vuelvan más, al menos durante este invierno, y confiando en que el estado les pueda proporcionar viviendas sociales, a precios sociales, que les haga tener una vida y una vivienda digna para sus familias.

Mañana tempranito iremos para la escuela, a empezar nuestro acompañamiento durante estas semanas.

Seguiremos contando.

Sara, Martín y Patricia